¿Qué es la Covid 19?
La Covid 19 es la enfermedad provocada por un coronavirus desconocido hasta que hace unos meses origina una enfermedad infecciosa de reciente aparición en el mundo. Ha sido declarada pandemia por la OMS (Organización Mundial de la Salud), ya que afecta a la mayoría de los países del mundo, desde que empezó en Wuhan en diciembre del 2019. Se caracteriza por su contagiosidad y la rapidez de propagación.
A día de hoy se han registrado más de 4.800.000 casos confirmados en un total de 195 países habiendo provocado 318.763 muertes y 1.899.092 se consideran curados. Estas cifras van en aumento de día en día, aunque parece que algunos países están consiguiendo frenar e incluso disminuir el número total de casos en sus diversas comunidades, empezando así el declive progresivo de la enfermedad. Por orden de afectación, el que lidera el ranking es Estados Unidos de América, seguido por Rusia y en tercer lugar España con 278.188 enfermos y 27.709 fallecidos.
¿Qué síntomas pueden aparecer?
Su sintomatología suele ser similar a la que aparece habitualmente en los procesos gripales: fiebre, tos, anosmia (pérdida del olfato), ageusia (pérdida del gusto), dificultad al respirar y malestar general.
En los casos más graves, precisan internamiento en cuidados intensivos ya que evoluciona rápidamente hacia neumonía severa, síndrome respiratorio agudo invalidante, insuficiencia renal y muerte. La mortalidad se sitúa alrededor del 4% de las personas afectadas, aunque se puede ver incrementada en los pacientes varones más que en las mujeres, en personas de edad avanzada y cuando existen patologías previas como son hipertensión, diabetes y obesidad.
El equilibrio entre el sistema inmunitario y el resto del organismo es fundamental. Se ha comprobado que el virus provoca una reacción inflamatoria de diferente intensidad según sea el estado previo del paciente, alterándose la capacidad de respuesta del organismo, originando microtromboembolismos a nivel de diferentes estructuras. Esto dará origen al agravamiento de la sintomatología, sobretodo a nivel pulmonar y renal lo que puede llevar a un fallo multiorgánico.
Síntomas cutáneos
Pero además, hemos visto que en la infección por COVID 19, hay afectación cutánea muy variada, de características comunes a otras virasis, aunque algunas de ellas parece ser que son específicas de este coronavirus. Aún no está muy bien definido si pueden ayudar a la predicción de gravedad o si son origen o consecuencia de algunas de sus complicaciones.
Se ha publicado muy recientemente el Estudio COVID-Piel en la revista científica de gran prestigio internacional British Journal of Dermatology gracias a la colaboración de más de 100 dermatólogos españoles.
Evolución de las lesiones
A medida que pasaban los días y los casos de infección por coronavirus iban siendo más numerosos, las consultas por problemas dermatológicos empezaron a ser frecuentes. Todos recibíamos fotos en nuestros móviles pidiendo nuestra opinión acerca de las lesiones cutáneas de reciente aparición, de localizaciones diversas y de sintomatología muy variada, con escozor, picor, dolor, o a veces su única alteración era la presencia de enrojecimiento en determinadas zonas del organismo.
Unas de las más consultadas fueron la aparición de sabañones (o perniosis) en las manos, en los pies o en ambas localizaciones, sobretodo en personas jóvenes o en niños. Si tenemos en cuenta que los sabañones suelen verse en épocas frías del año, no era muy normal ver tantos ahora en primavera.
Todas estas observaciones llamaron la atención de los dermatólogos y en un trabajo exhaustivo realizado en tiempo record y dirigido por la doctoras Galván y Català y el doctor Carretero, recogieron la experiencia de más de 100 dermatólogos que aportaron 375 casos que han servido para realizar la primera clasificación en el mundo de los tipos de alteraciones por COVID en la piel.
Las agruparon en 5 patrones bien diferenciados y de menor a mayor gravedad: pseudoperniosis, erupciones vesiculosas, lesiones urticariformes, erupciones máculopapulosas (las más frecuentes: el 47%) y la livedo reticularis.
¿Qué nos espera en el futuro?
Aún queda mucho por conocer acerca del papel del virus en la gestación de estas lesiones, o si el virus es el causante directo de su aparición o si en realidad son consecuencia de la acción del virus sobre los distintos órganos alterando su equilibrio inmunológico, provocando una reacción inflamatoria y trombótica, de mayor o menor intensidad de consecuencias variables.
Así pues, nos encontramos frente a una situación nueva, universal, de consecuencias imprevisibles y graves, de la que aún tenemos mucho que aprender. Deseo fervientemente que los científicos e investigadores encuentren cuanto antes la vacuna preventiva, el modo de tratar los síntomas en caso de infección, así como el modo de evitar su evolución hacia la fase de mayor gravedad.